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¿Cómo nos afectan nuestros problemas?

En ocasiones dejamos aparcados proyectos que nos ilusionan y con los que disfrutamos, para dedicar todos nuestros esfuerzos a intentar solucionar el problema que tanto nos preocupa. Qué os parece continuar dando pequeños pasos en la dirección que queremos, en vez de centrarnos en los problemas o carencias.


Respecto a la salud:

Cuando sobreviene un problema de salud o una enfermedad crónica que puede limitar nuestro desempeño, es probable que nos paralicemos en vez de adaptarnos a realizar pequeñas actividades acordes con nuestros objetivos o hábitos anteriores. Por ejemplo, andar 10 minutos en vez de 20, hacer un viaje corto, quedar un rato con los amigos en lugar de salir toda la noche, leer algo divertido, etc.


Respecto a la economía:

Hay ocasiones en las que las circunstancias nos obligan a apretarnos el cinturón. Además de buscar una solución, podemos intentar seguir con nuestras actividades cotidianas. Por ejemplo, estabas apuntado a un gimnasio y ahora no puedes permitírtelo. En vez de abandonar el ejercicio físico, puedes darte una vuelta y ver qué te ofrece el entorno, lo mismo hay un parque cerca donde andar o correr y máquinas para hacer una rutina de ejercicios; o bien puedes buscar grupos de personas en la red para ir a jugar al tenis, al baloncesto, etc.


Respecto a las relaciones personales:

A veces tenemos la falsa creencia de que para relacionarnos tenemos que sentirnos bien como condición previa. La búsqueda de este estado puede llevarnos a evitar situaciones que nos acercan a nuestros objetivos. Por ejemplo, puedes pensar que, para tener nuevos amigos, pareja o incluso para divertirte, tienes que “quitarte” la ansiedad o un complejo. En cambio, podrías atreverte a ir a esa fiesta a la que te han invitado, aunque sólo sea una vez, y entablar una conversación con alguien que no conoces. También puedes acercarte a esa persona que te atrae y hacer un halago sobre su vestimenta y preguntar dónde puedes adquirir alguna prenda parecida, etc. Es una buena forma de entablar una conversación y seguramente resulte muy agradable.


Por último, una reflexión:


¿Sentirnos bien para actuar? o ¿Actuar para sentirnos bien?

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