Podemos definir a la pareja como el encuentro entre dos personas que obedecen a la necesidad humana de vinculación (pareja, amigos, familia). Este encuentro es fuente de satisfacción y alegría, pero en otras ocasiones puede generar malestar o insatisfacción.

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Uno de los motivos más frecuentes de consulta es la comunicación. Partiendo de la base de que “es imposible no comunicarse: Todo comportamiento es una forma de comunicación” y de que la comunicación es un proceso bidireccional e interdependiente entre los dos miembros de la pareja, no resulta descabellado pensar que pueden surgir complicaciones si no se poseen las habilidades adecuadas tanto para emitir como para recibir el mensaje. Nuestra misión consiste en ayudar a la pareja en conflicto a conseguir comunicarse de una forma eficaz, disminuyendo los efectos negativos que pueden derivarse y conseguir habilidades que amortigüen los desencuentros que se dan en el día a día de todas las relaciones.

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Este es sólo un ejemplo de los motivos que pueden llevar a una pareja a consulta. Otros motivos pueden ser rupturas, celos, infidelidad, conflictos con la familia de origen, dificultades en la convivencia, ocio o descendencia.

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Por último, sólo hay que añadir que una pareja exitosa no es aquella en la que no se producen desencuentros, es aquella que sabe gestionar sus conflictos de una forma eficaz y sale reforzada de ellos.